27 de enero de 2014

Testimonio personal en la vida religiosa, por la hermana Sor Jesús María


Nuestra Madre la Stma. Virgen me ha pedido un pequeño testimonio de mi vocación religiosa, aun sin saber cómo empezar me pongo a ello.
Tengo que decir en primer lugar que gracias a Dios y a su Stma. Madre soy y fui una afortunada pues me llamó muy pronto el Señor y sin ninguna oposición de mi familia le dije SÍ al Señor, y con su gracia cada día le doy gracias.

Conocí la vida del Convento a través de dos Monjas que fueron a mi casa. Yo he nacido en una familia numerosa (diez hijos) yo con mis 15 años crecía en una fe sencilla que mis padres me iban comunicando, incluso mis hermanos mayores nos hacía aprender el catecismo a las tres hermanas menores, y el valor de rezar el santo rosario diario. 

Para mí fue un aprendizaje mi familia para después vivir los valores de la comunidad que me supe adaptar en seguida. La dificultad era tener que rezar el oficio divino en la tín sin saber lo que se rezaba. Pero vivimos tiempo de gracia con el Concilio Vaticano II que ya sí que sabíamos lo que rezábamos al Señor. Para mí la contemplación de los salmos ha sido primordial para mi vida de oración. 


Sor Jesús María en el coro. ( Derecha )
Cuando leo o canto el Salmo 126 que comienza “El Señor es mi luz y me salvación ¿ a quién temeré?” Se sigue en el mismo salmo “Tu rostro buscaré Señor no me escondas tu rostro”. Y termina el salmo que dice; “Espera en el Señor sé valiente” Con esta alegría y valentía que me da el Señor lucho cada día en mi vida contemplativa  por alcanzar la santidad que el Señor me tiene reservada para mí. Esto es sencillamente una vida al servicio de la Iglesia y de mi Orden como Dominica de clausura.

Por si es de interés comunicarla, os pongo la oración de acción gracias que hice cuando celebré mis bodas de plata con otras dos Hermanas más el año 1990.

Dios mío Padre fiel. Hoy mi pobre corazón se siente agradecido porque quisiste hacerme hija tuya en el jardín de tu Santa Iglesia.

En este día grande de mi aniversario de mi primera profesión, te agradezco el haberme hecho nacer y crecer en seno de un hogar cristiano y por haberme hecho pertenecer también a la gran Familia del Patriarca Santo Domingo.

Señor Jesús, te alaba y te bendigo porque me regalas siempre con tus Sacramentos y me haces participar de la Vida Sobrenatural. Te pido me perdones todas las infidelidades cometidas durante estos 25 años vividos en tu Santa Casa. También te doy gracias porque me distes por MADRE Y MODELO A TU Stma. Madre, porque por medio de ella te fijaste en mi pequeñez y me llamaste a la vida religiosa para vivir en perfección mis tres votos de castidad, pobreza y obediencia.

Hoy más consciente de esta nueva consagración que te quiero hacer te pido que me des un corazón fiel y agradecido conforme al Tuyo, que no ponga ya más obstáculos a tu acción trasformadora en mi alma, para que viva el tiempo que resta de vida conforma a la voluntad del Padre. Te pido también Señor por las necesidades de la Santa Iglesia, de nuestra Orden, que aumentes el número de vocaciones contemplativas, que purifiques y santifiques a todos los que quiero con especial amor a mis Hermanas de Comunidad, a mis Hermanos Dominicos. Y finalmente te pido Señor, confiada en tu bondad y misericordia por el alma de mis padres y hermanos difuntos para que gocen ya de tu amable bondad y presencia en el cielo y puedan alegrase en esta fiesta conmigo. Amén

2 comentarios:

  1. Me hace mucha ilusión leer el testimonio de la "Beata", ver que merece la pena abandonarse en el SEÑOR! y el fruto de esa entrega es la alegría que derrama el alma, doy gracias a Dios por haberte conocido, por contagiarme la ilusión de la Predicación, y por todo lo que no expresas en este texto y que llevas dentro. Dios te lo pague por ser como eres. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. gracias por su testimonio, un oasis en internet

    ResponderEliminar